Pensábamos que ya lo habíamos visto todo en relación con la incoherencia de Abotsanitz. Llegaron al gobierno con una oposición feroz y, aparentemente, con unos principios sólidos y bien definidos. Sin embargo, tras 22 meses en el poder, las sorpresas continúan.

Solo hay que comparar sus panfletos electorales y sus discursos de oposición con el extenso documento de respuestas a las alegaciones recibidas sobre el Plan General. Y el resultado es claro: donde antes había promesas y exigencias contundentes, ahora solo encontramos contradicciones.

Uno de los ejemplos más flagrantes es el caso de Zaldunborda Gaina. Desde la oposición, se movilizaron enérgicamente contra la construcción de un espacio comercial en esta zona, convirtiéndose en los principales abanderados de la protesta. Sin embargo, ahora que han tenido la oportunidad de impedir que se desarrolle actividad comercial en ese espacio, ¡NO LO HAN HECHO! ¿Por qué tantas movilizaciones y ataques desde la oposición si, al llegar al poder, renuncian a sus propias exigencias? ¿Qué excusa utilizarán ahora para justificar esta decisión ante la ciudadanía?

Otro ejemplo de este doble discurso lo encontramos en Mendelu. Durante años, Abotsanitz insistió en que el Plan General debía recoger una ordenación pormenorizada del barrio, es decir, detallar claramente qué se iba a hacer en la zona. Se mostraron totalmente contrarios a cualquier otra opción. Pero, una vez más, han olvidado sus propios principios y han hecho exactamente lo contrario de lo que defendieron en la oposición.

Por último, el caso de Montañenea es una muestra más de su opacidad y falta de compromiso con la transparencia. Han pasado ya mes y medio desde el inicio del proceso de exposición pública del acuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa promotora. Hoy, 12 de marzo, el convenio sigue sin hacerse público. La ciudadanía sigue sin poder consultar un acuerdo que Abotsanitz ha vendido como un logro. ¿Por qué tanto secretismo? ¿Es realmente tan bueno este acuerdo como nos han hecho creer?

Cada día que pasa nos sorprende más la forma de gobernar de este partido. Un gobierno que prometía transparencia y coherencia, pero que, a la hora de la verdad, solo ofrece contradicciones y desinformación.