En primer lugar, quisiéramos mostrar nuestro apoyo y reconocimiento a la labor que realizan los y las policías locales de Zumaia, dadas las diferentes manifestaciones que se han venido realizando en las últimas semanas.

Está claro que esta cuestión es política y no administrativa. No tiene nada que ver con la cobertura de la oferta de empleo de la policía municipal de Zumaia, que no ofrece nada nuevo respecto a lo que ya ofrece Arkaute.

Queremos poner en valor y defender el modelo de Arkaute. Es un referente institucional en formación y selección, estableciendo un modelo unificado y homogéneo para todas las policías y municipios de la comunidad. Somos un partido humanista, entendemos la seguridad como garantía de los derechos fundamentales de la ciudadanía y creemos que hay que garantizar a los zumaiarras una seguridad de calidad, ya que la seguridad se está convirtiendo en una de las principales preocupaciones de la sociedad vasca. La formación ofrecida en Arkaute garantiza que todos los hombres y mujeres policías de todos nuestros pueblos han sido formados y seleccionados con el mismo nivel y criterio profesional.

Queremos reivindicar un uso eficiente de los recursos públicos. Este proceso de contratación no sólo va en contra del modelo que tiene Arkaute, sino también de los usos eficientes de los recursos municipales. Y es que la gestión del proceso de contratación por parte de Arkaute resta al ayuntamiento de Zumaia una gran carga de trabajo en un proceso de selección que es muy complejo. Un proceso que los y las zumairras no pagábamos, pasa a ser un proceso que pagaremos.

Por otro lado, esta oferta de empleo no garantiza el objetivo de cercanía que se le ha impuesto, cualquiera puede presentarse desde cualquier localidad. Por lo tanto, por un lado, EH Bildu reivindica un modelo policial alternativo a través de unas palabras bonitas sin presentar ningún tipo de concreción o medida concreta; y por otro, se pone en marcha una oferta de empleo, pero no se presentan las bases.

Este tipo de ofertas de trabajo establecen barreras y limitaciones entre los pueblos y sólo generan incertidumbre en los trabajadores. Lo que se quiere arreglar se tuerce.