El rechazo de la violencia contra las mujeres es cada vez más explícito entre instituciones y organizaciones, así como entre el movimiento civil y ciudadano. Queremos poner en valor y reconocer esa labor que se ha venido realizando, sobre todo por parte del movimiento asociativo de mujeres. Una tarea que está posibilitando que la erradicación de la violencia contra las mujeres esté en todas las agendas políticas. Queremos que siga siendo así y vamos a trabajar para ello.

Las agresiones y los comportamientos sexistas no son conductas aisladas, sino parte de un sistema que hace posible el ejercicio de violencia contra las mujeres desde la infancia y a lo largo de toda su vida, y que atenta contra la integridad, la libertad y la capacidad de las mismas. Todavía, desgraciadamente, existen en nuestra sociedad muchas actitudes y comportamientos que permiten y legitiman estas conductas.

La desigualdad está en la base de la violencia contra las mujeres y, por lo tanto, creemos que la lucha efectiva contra esa violencia debe estar vinculada necesariamente a un cambio de valores profundo. Es por eso que desde EAJ-PNV apostamos por una sociedad libre de los roles y estereotipos asignados tradicionalmente a mujeres y hombres, y abogamos por que se produzcan cambios en la manera de construir las relaciones afectivas y sexuales entre mujeres y hombres.

La incidencia de la violencia machista es también importante entre la población joven, de ahí la importancia de trabajar e incidir en la prevención, dedicando todos los esfuerzos y recursos necesarios para acompañar a la juventud en la construcción de relaciones no jerárquicas basadas en el respeto, la libertad y la autonomía. En definitiva, en el buen trato.

En este sentido queremos, un año más, mostrar nuestro apoyo al Programa Beldur Barik, organizado por Emakunde en el marco de la Red Berdinsarea de municipios vascos por la igualdad, y apoyado por EUDEL y las tres Diputaciones Forales. Constituye sin duda una herramienta útil y necesaria para trabajar en la sensibilización y prevención de la violencia machista con la juventud.

En definitiva, desde EAJ-PNV asumimos nuestra responsabilidad social y política ante la violencia contra las mujeres, empezando por el ejercicio personal y colectivo de someter a revisión nuestros prejuicios, actitudes y comportamientos cotidianos. Asumimos esta responsabilidad como propia para que las cosas cambien, y no permitiremos discursos que muestren un mínimo de permisividad a la violencia, que la justifiquen o que banalicen las agresiones y las conductas discriminatorias contra las mujeres.

Porque cuando hablamos del ejercicio de violencia contra las mujeres estamos hablando de vulneración de derechos humanos, desde EAJ-PNV decimos alto y claro: “Tolerancia cero ante la violencia contra las mujeres”.