Desde días antes del inicio de las celebraciones, el gobierno municipal optó por organizar el espacio a través de un decreto de Alcaldía “sin acuerdos” y decisiones unilaterales que generaron un clima de tensión previa. Consideramos que las fiestas son un momento de encuentro y disfrute colectivo, y que su organización debería basarse en el diálogo y la colaboración, no en la imposición.

Queremos agradecer el excelente comportamiento de la ciudadanía, que ha disfrutado de los actos festivos con civismo y alegría. También queremos reiterar nuestro respeto a las diferentes formas de entender y vivir el Alarde, porque ambas son legítimas y cuentan con apoyo social. Los mensajes políticos de la izquierda abertzale y entes sociales que abogan por imponer un único Alarde paritario no ayudan a la convivencia ni facilitan el entendimiento que nuestra ciudad necesita.

Respecto a la programación cultural y musical, creemos que hay margen de mejora. Las fiestas de Hondarribia merecen una propuesta cultural más plural y menos sectaria, que recoja la diversidad de gustos y sensibilidades de la ciudadanía y atraiga a todas las generaciones.

Sobre la zona de txoznas, consideramos que la acumulación de pancartas de marcado sesgo político provoca que muchas personas no se sientan cómodas ni se acerquen a esa zona. Si a ello se suma una programación de conciertos igualmente marcada por ese sesgo, se refuerza la percepción de que la zona txoznas se ha convertido en un gueto político, alejando a una parte de la ciudadanía.

Finalmente, desde el PNV queremos agradecer sinceramente a las asociaciones, agentes culturales y colectivos que, con su trabajo y colaboración desinteresada, llevan años contribuyendo a ofrecer un amplio programa de fiestas para todas las edades y públicos. Su esfuerzo es fundamental para que Hondarribia siga disfrutando de unas fiestas vivas, participativas y diversas.