Una vez más, el gobierno de Abotsanitz demuestra que dice una cosa y hace la contraria. Bajo el discurso constante de participación y transparencia, su forma real de actuar es bien distinta: decisiones unilaterales, decretos sin contraste y actuaciones ejecutadas sin consultar con nadie. Lo ocurrido esta semana en el parque San Marcos es una muestra clara —y preocupante— de ese modo de gobernar.

Lo más llamativo es que en 2021, cuando Abotsanitz estaba en la oposición, reclamaba precisamente un proceso participativo para decidir el futuro del parque San Marcos. Un proceso —decían entonces— en el que “las y los vecinos tendrían mucho que decir, pero también expertos en biología, ornitología, urbanismo, paisajismo… o todo aquel que quisiera participar”. Hoy, sin embargo, ya en el gobierno, han optado por hacer justo lo contrario: actuar por decreto, sin diálogo previo, sin escuchar a nadie y sin abrir ningún espacio real de participación. (www.abotsanitz.eus/2021/04/22/proceso-parGcipaGvo-para-el-parque-de-san-marcos/)

Hace ya meses, en el pleno municipal, desde la oposición preguntamos por los planes del gobierno para el parque San Marcos. Solicitamos entonces que se hiciera un estudio serio, que permitiera valorar posibles intervenciones sin alterar la esencia del parque, respetando sus valores naturales y paisajísticos. La respuesta fue negativa. En su lugar, se anunció una intervención mínima, centrada en mejorar la accesibilidad, y ejecutada mediante un contrato de obras menor con medios propios del Ayuntamiento.

En el último pleno se nos informó de que se convocaría una comisión para trasladar a los grupos municipales las intenciones del gobierno. Pero antes de que esa comisión pudiera siquiera reunirse, el decreto para ejecutar las obras ya estaba firmado. Y esta semana, bajo la premisa de una intervención mínima, han entrado las máquinas… y han destruido los estanques, uno de los elementos más característicos del parque San Marcos.

Después de ejecutar la obra más invasiva de lo anunciado, el gobierno convoca una reunión abierta con la ciudadanía. ¿Ese es su modelo de participación? ¿Informar después de hacer? ¿Llaman transparencia a firmar decretos por su cuenta, destruir espacios emblemáticos y luego contar lo que ya han decidido?

Desde el PNV queremos dejar claro que no compartimos ni la decisión que se ha tomado ni las formas en las que se ha ejecutado. Es evidente que el parque necesitaba una intervención. Pero no esta. Hoy el parque San Marcos ha perdido parte de su esencia. Y Hondarribia ha vuelto a comprobar que la participación y la transparencia, en manos de Abotsanitz, son solo palabras vacías.