La exposición de motivos de la Ordenanza aprobada en el pleno del jueves dice, entre otras cosas:

“…

El presente Reglamento tiene por objeto regular los posibles usos de los espacios de uso público en el ámbito de la hostelería y el comercio, en cuanto sean de aprovechamiento especial o de uso privativo, y mantener la protección del uso común de dichos espacios, que compete a todos los ciudadanos por igual e indiscriminadamente. Además, velar por el derecho al descanso de los vecinos y el desarrollo de la hostelería y del sector comercial, teniendo en cuenta especialmente sus profundas raíces entre la ciudadanía y su impacto en la economía del municipio.

…”

Estamos de acuerdo en el desarrollo el sector hostelero y comercial y vamos a hacer todo el esfuerzo para ayudar en ello. Al mismo tiempo, creemos absolutamente necesario garantizar el derecho al descanso de los vecinos y vecinas y procurar una adecuada convivencia entre todos y todas las zumaiarras.

Entendemos que una adecuada ordenanza reguladora de las terrazas debe garantizar de forma conjunta y adecuada estos dos objetivos y la propuesta que se ha llevado no contempla medidas suficientes para ello.

Así, la ordenanza que se ha aprobado deja en manos de la policía municipal el horario de cierre de terrazas y el control de las garantías del cumplimiento de la ordenanza. Como todos sabemos, en Zumaia el servicio de policía municipal es bastante limitado en cuanto a horario. Así, salvo determinados días festivos, en Zumaia no hay servicio nocturno de policía municipal. Por tanto, para garantizar el correcto cumplimiento de la ordenanza, simultáneamente o con antelación a su aprobación se debería haber trabajado en la reorganización del servicio de la policía municipal o en la configuración de un instrumento de control eficaz. Y esto no se ha realizado.

Asimismo, en los deberes del Ayuntamiento que se recogen en la ordenanza se contempla la realización de inspecciones con respecto a las personas titulares de las autorizaciones. Estableciendo que la elaboración del Plan de Inspección y elaboración y ejecución de un Plan de Mantenimiento (entre otros), son responsabilidad del Ayuntamiento.

Por lo que sabemos, todavía no hay ni Plan de Inspección ni Plan de Mantenimiento. Por tanto, se ha aprobado una ordenanza cuya ejecución y cumplimiento no puede ser inspeccionada.

Otro ejemplo de las carencias que presenta la ordenanza aprobada se encuentra en el apartado relativo a las obligaciones para con la ciudadanía, en el que se dice, entre otras cosas, que “El Ayuntamiento exigirá que las autorizaciones, respeten y cumplan las disposiciones de protección ambiental en materia de contaminación acústica”.

Todavía el Ayuntamiento no ha llevado a cabo el estudio denominado “mapa del ruido”, previo para determinar e identificar las zonas saturadas del municipio; trabajo que, además, habrá de contar con su correspondiente ordenanza. Por lo tanto, no existe ninguna disposición de protección ambiental en materia de contaminación acústica a la que ajustarse y respetar. Entendemos que lo lógico era disponer de esa normativa con antelación para saber qué disposiciones se les exigirá que cumplan y respeten a los titulares de las terrazas y disponerla antes de autorizarlas.

Por tanto, en opinión del PNV, antes de la aprobación de la ordenanza y su entrada en vigor se tenían que haber trabajado y concretado muchas cosas para garantizar que su aplicación y cumplimiento se pueda realizar correctamente y eso no se ha hecho.

Tampoco nos parece que esta ordenanza garantice de forma equitativa los derechos de los propietarios de locales y de los propietarios de vivienda.