Sin embargo si actuará si recibe datos o encuentra evidencias de que dicha instalación es incompatible con las normas europeas. Esa es una de la informaciones que contiene la respuesta a la pregunta que planteó hace unas semanas le eurodiputada jeltzale Izaskun Bilbao Barandica. La Diputación de Gipuzkoa se habría comprometido  a enviar un nuevo plan de residuos del territorio a Bruselas antes del final de 2014, según los datos que publicó ayer la Comisión Europea.

El gobierno comunitario afirma taxativamente en su respuesta que “no tiene ninguna información sobre los planes para abrir ese vertedero” y puntualiza que “las decisiones sobre la autorización de vertederos deben tomarlas las autoridades competentes de los Estados miembros” Por esta razón la Comisión recuerda que “no puede interferir en ese tipo de decisiones, a menos que existan pruebas de que no cumplen los requisitos pertinentes del Derecho de la Unión. Como el vertedero aun no es operativo, concluyen, no apreciamos ninguna infracción de la legislación de la UE”. Sin embargo y a la vista de que caracen de informaciones de ningún tipo sobre la instalación de Zestoa la Comisión matiza que sus servicios “pueden seguir investigando el asunto en caso de que reciban pruebas concretas de la existencia de una posible infracción de la legislación medioambiental de la UE”.

En su iniciativa, la eurodiputada vasca informaba que la Diputación Foral de Gipuzkoa pensaba abrir un vertedero de inertes en la cantera Osinbeltz de Zestoa, “ubicada en un terreno calizo de alta permeabilidad a menos de 200 metros del río Urola” y destacaba que  “teóricamente este depósito recibirá residuos inertes, pero en este caso se trata en realidad de basura domiciliaria no reciclable pre tratada en una planta de inertización que aún no existe”, en referencia a la instalación que debe sustituir a la descartada incineradora de Zubieta.  De acuerdo con las informaciones disponibles sobre licitaciones y presupuestos Izaskun Bilbao Barandica recordaba a la Comisión que “los plazos para la construcción de la misma así como para la preparación de este vertedero son incumplibles lo que propiciará que se prolongue el funcionamiento de otros vertederos que debían cerrar este año”.

Recientes declaraciones del Viceconsejero de Medio Ambiente han confirmado que el Órgano Ambiental del Gobierno Vasco no ha recibido solicitud ni proyecto alguno respecto al vertedero de Zestoa. Por los datos existentes el mismo vulneraría la Norma Foral Vigente que contempla el cierre de los vertederos actuales y no la apertura de nuevos depósitos en el Territorio guipuzcoano. Para poder comenzar con la correspondiente tramitación sería indispensable modificar la Norma Foral vigente.

La Comisión Europea recordó ayer que a raíz de otra pregunta del PNV se abrió una investigación sobre la situación de la gestión de residuos en Gipuzkoa y reconoce que aún no dispone del nuevo plan de gestión de la basura en dicho territorio. “De acuerdo con las comunicaciones recibidas de las autoridades competentes españolas, Gipuzkoa aplica actualmente un plan de gestión de residuos de 2008. Existen planes para crear, de aquí a 2016, una planta de tratamiento biológico y mecánico con capacidad suficiente para tratar los residuos actualmente depositados en vertederos.” Esta afirmación es incongruente con los plazos que ya en público maneja el ejecutivo que preside Martín Garitano para construir ambas instalaciones. Además la Comisión concreta que la diputación de Gipuzkoa va a revisar el plan “antes de finales de 2014 con arreglo a los requisitos pertinentes establecidos en la Directiva 2008/98/CE” y como es preceptivo de ha comprometido a remitir el plan modificado en estas fechas. Bruselas asegura que “una vez recibido el nuevo plan, la Comisión procederá a su apreciación jurídica”.

Este compromiso adquirido por las autoridades guipuzcoanas ante los responsables comunitarios tampoco parece fácil de cumplir. El plan en vigor fue aprobado por las Juntas Generales y debería ser modificado por esta misma institución en la que Bildu no cuenta con mayoría para aprobar los cambios que ha anunciado en Bruselas. De hecho, la propuesta de modificación ni siquiera ha sido presentada en el parlamento territorial. La mayoría de los grupos alli presentes ha reclamado durante toda la legislatura el cumplimiento de la norma foral vigente.