Soy de Abanto-Zierbena, del barrio de Las Carreras, para ser más exactos; aunque nacido en Bilbao, allí he vivido siempre y lo sigo haciendo. Soy diplomado en Ciencias Empresariales y, desde que tengo uso de razón, la política ha rodeado mi vida. Aunque ya fui elegido como cabeza de lista en 1.999 (año en el que estuvimos en la oposición), fue en 2003, por primera vez en la historia, cuando las y los abantoarras eligieron a EAJ-PNV y a mí como alcalde, responsabilidad que tuve el honor de asumir hasta febrero de 2013.

Crecí en el seno de una familia nacionalista de origen encartado en un municipio de arraigo socialista, pero empecé a militar muy joven en el grupo de EGI de Abanto (me afilié a los 18 años) movido por un estrecho sentimiento hacia el ideario jeltzale y su poder de transformación social. En aquella época y en la Zona Minera, no era habitual que hubiera un grupo de jóvenes militando en EAJ-PNV, pero éramos un grupo muy activo; fueron años de intensa militancia de los que guardo algunos de mis mejores recuerdos. 

Creo sinceramente que fueron aquellas vivencias y el haber pasado previamente por la Junta Municipal, lo que me llevó a dar un paso adelante aceptando la designación como cabeza de lista jeltzale en las elecciones municipales de 1999. Aquel año no pudo ser, pero en las de 2003, las vecinas y vecinos de Abanto-Zierbena depositaron su confianza EAJ-PNV y, por extensión, en mí, para gestionar el Ayuntamiento. Tuve el honor de ser el alcalde hasta febrero de 2013 que, por motivo de afrontar otras responsabilidades, tuve que pasar el testigo. 

Soy de los que cree en la capacidad transformadora de la política, porque es la vía democrática más importante para tomar decisiones que moldean la vida cotidiana. Y si la política es la vía, EAJ-PNV es la herramienta con la que se hacen esas transformaciones sociales, económicas, etc. En este sentido, siempre he tenido referentes de personas que han pertenecido y pertenecen a EAJ-PNV como por ejemplo Ardanza, Ibarretxe, Urkullu, Arzalluz u Ortuzar.